Showing posts with label Lord. Show all posts
Showing posts with label Lord. Show all posts

Sunday, 3 April 2016

Pope Francis in the vigil for Divine Mercy / el Papa en la Vigilia de la Divina Misericordia / 教宗主持慈悲主日前夕守夜祈禱


English
Espanol
中文


(Vatican Radio) Pope Francis on Saturday lead a prayer vigil for Divine Mercy, in which he spoke of the many faces of the mercy of God.

The prayer vigil took place on the eve of Divine Mercy Sunday and coincided with the 11th anniversary of Pope St. John Paul II’s death.
Pope Francis led a prayer vigil for Divine Mercy, recalling the many faces of God's mercy - REUTERS

Thousands of people gathered in St. Peter’s Square on Saturday in the Octave of Easter for the celebration of a prayer vigil for Divine Mercy.

In remarks prepared for the occasion, Pope Francis reflected on the ‘vast ocean’ that is the mercy of God, saying “so great and infinite is his mercy, to the point that it is greatly challenging to describe it in all its entirety”.

Turning to the testimony of Scripture, Pope Francis noted that the Bible expresses God’s mercy as nearness to His people and in the expression of tenderness, especially in the prophet Hosea.

The Holy Father went on to name the many faces of God’s mercy.

“How many expressions there are of God’s mercy! This mercy comes to us as closeness and tenderness, and because of this, comes also as compassion and solidarity, as consolation and forgiveness. The more we receive, the more we are called to share it with others; it cannot be kept hidden or kept only for ourselves. It is something which burns within our hearts, driving us to love, thus recognizing the face of Jesus Christ, above all in those who are most distant, weak, alone, confused and marginalized.”

The prayer vigil coincided with the 11th anniversary of Pope John Paul II’s death on Divine Mercy Sunday, 2 April 2005.

Pope Francis himself will visit the Shrine of Divine Mercy during the 28th World Youth Day to take place this summer in Krakow, Poland.


Retrieved from English Radio Vaticana http://en.radiovaticana.va/news/2016/04/02/pope_francis_leads_prayer_vigil_for_divine_mercy/1219753 [accessed 03 April, 2016].



Texto de las palabras del Santo Padre Francisco durante la Vigilia de oración por la Divina Misericordia

Compartimos con alegría y agradecimiento este momento de oración que nos introduce en el Domingo de la Misericordia, muy deseado por san Juan Pablo II - hace cinco años, un día como el de hoy, en el 2005 falleció -. Y quería esto para dar cumplimiento a una petición de santa Faustina. Los testimonios que han sido presentados - por los que damos gracias - y las lecturas que hemos escuchado abren espacios de luz y de esperanza para entrar en el gran océano de la misericordia de Dios. ¿Cuántos son los rostros de la misericordia, con los que él viene a nuestro encuentro? Son verdaderamente muchos; es imposible describirlos todos, porque la misericordia de Dios es un crescendo continuo. Dios no se cansa nunca de manifestarla y nosotros no deberíamos acostumbrarnos nunca a recibirla, buscarla y desearla. Es siempre algo nuevo que provoca estupor y maravilla al ver la gran fantasía creadora de Dios, cuando sale a nuestro encuentro con su amor.

Dios se ha revelado, manifestando muchas veces su nombre, y este nombre es “misericordioso” (cf. Ez 34,6). Así como la naturaleza de Dios es grande e infinita, del mismo modo es grande e infinita su misericordia, hasta el punto que parece una tarea difícil poder describirla en todos sus aspectos. Recorriendo las páginas de la Sagrada Escritura, encontramos que la misericordia es sobre todo cercanía de Dios a su pueblo. Una cercanía que se expresa y se manifiesta principalmente como ayuda y protección. Es la cercanía de un padre y de una madre que se refleja en una bella imagen del profeta Oseas, que dice así: «Con lazos humanos los atraje, con vínculos de amor. Fui para ellos como quien alza un niño hasta sus mejillas. Me inclinaba, me inclinaba hacia él para darle de comer» (11,4). El abrazo de un papá y de una mamá con su niño. Es muy expresiva esta imagen: Dios toma a cada uno de nosotros y nos alza hasta sus mejillas. Cuánta ternura contiene y cuánto amor manifiesta. Ternura: palabra casi olvidada y de la que el mundo de hoy - y todos nosotros - tenemos necesidad. He pensado en esta palabra del Profeta cuando he visto el logo del Jubileo. Jesús no sólo lleva sobre sus espaldas a la humanidad, sino que además pega su mejilla a la de Adán, hasta el punto que los dos rostros parecen fundirse en uno.

Nosotros no tenemos un Dios que no sepa comprender y compadecerse de nuestras debilidades (cf. Hb 4, 15). Al contrario, precisamente en virtud de su misericordia, Dios se ha hecho uno de nosotros: «El Hijo de Dios con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, a cada hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Naciendo de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo, en todo semejantes a nosotros, excepto en el pecado» (Gaudium et spes, 22). Por lo tanto, en Jesús no sólo podemos tocar la misericordia del Padre, sino que somos impulsados a convertirnos nosotros mismos en instrumento de la misericordia. Puede ser fácil hablar de misericordia, mientras que es más difícil llegar a ser testigos de esa misericordia en lo concreto. Este es un camino que dura toda la vida y no debe detenerse. Jesús nos dijo que debemos ser “misericordiosos como el Padre” (cf. Lc 6,36). ¡Toda la vida, toda la vida nos compromete a esto!

¡Cuántos rostros, entonces, tiene la misericordia de Dios! Ésta se nos muestra como cercanía y ternura, pero en virtud de ello también como compasión y como participación, como consolación y perdón. Quien más la recibe, más está llamado a ofrecerla, a comunicarla; no se puede tener escondida ni retenida sólo para sí mismo. Es algo que quema el corazón y lo estimula a amar, porque reconoce el rostro de Jesucristo sobre todo en quien está más lejos, débil, solo, confundido y marginado. La misericordia no está detenida, sale a buscar a la oveja perdida, y cuando la encuentra manifiesta una alegría contagiosa. La misericordia sabe mirar a los ojos de cada persona; cada una es preciosa para ella, porque cada una es única. Cuánto dolor sentimos en el corazón cuando escuchamos decir: Pero, esta gente…, estos pobres, echémoslos fuera, dejémoslos que duerman en la calle... ¿Esto es de Jesús?

Queridos hermanos y hermanas, la misericordia nunca puede dejarnos tranquilos. Es el amor de Cristo que nos “inquieta” hasta que no hayamos alcanzado el objetivo; que nos empuja a abrazar y estrechar a nosotros, a involucrar, a quienes tienen necesidad de misericordia para permitir que todos sean reconciliados con el Padre (cf. 2 Co 5,14-20). No debemos tener miedo, es un amor que nos alcanza y envuelve hasta el punto de ir más allá de nosotros mismos, para darnos la posibilidad de reconocer su rostro en los hermanos. Dejémonos guiar dócilmente por este amor y llegaremos a ser misericordiosos como el Padre.

Hemos escuchado el Evangelio, Tomás era un testarudo. No había creído. Y encontró la fe precisamente cuando tocó las llagas del Señor. Una fe que no es capaz de meterse en las llagas del Señor ¡no es fe! Una fe que no es capaz de ser misericordiosa, como son signo de misericordia las llagas del Señor, no es fe: es una idea, ideología. Nuestra fe está encarnada en un Dios que se hizo carne, que se hizo pecado, ¡que ha sido llagado por nosotros! Pero si nosotros queremos creer en serio y tener fe, debemos acercarnos y tocar esa llaga, acariciar esa llaga y también bajar la cabeza y dejar que otros acaricien nuestras llagas.

Y bien, entonces, que sea el Espíritu Santo quien guíe nuestros pasos: Él es el amor, él es la misericordia que se comunica a nuestros corazones. No pongamos obstáculos a su acción vivificante, sino sigámoslo dócilmente por los caminos que nos indica. Permanezcamos con el corazón abierto, para que el Espíritu pueda transformarlo; y así, perdonados, reconciliados, dentro de las llagas del Señor, lleguemos a ser testigos de la alegría que brota del encuentro con el Señor Resucitado, vivo entre nosotros.


Retrieved from Radio Vaticano http://es.radiovaticana.va/news/2016/04/02/papa_francisco_vigilia_divina_misericordia_jubileo/1219877 [accessed 03 April, 2016].


梵蒂岡電台訊)教宗方濟各4月2日傍晚6點在聖伯多祿廣場主持慈悲主日前夕守夜禮,為遭受迫害的基督徒和貪圖世俗的基督徒祈禱,也為受到侵害和剝削的人、難民和流亡者呼求天主的慈悲。慈悲主日是聖若望保祿二世教宗於2000年欽定的,每年復活期第2主日慶祝,效法傅天娜修女全然信賴天主的慈悲。

教宗方濟各在慈悲主日前夕守夜禮上發表講話,強調天主的慈悲永無窮盡,祂總是不厭其煩地施予慈悲。我們基督徒應做慈悲的見證人,盡力“慈悲如同天父”,決不可把接納、尋求及渴望慈悲當作例行公事。

教宗從《聖經》關於天主慈悲的論述談起,指出慈悲首先是天主臨近祂的子民,幫助並保護他們。歐瑟亞先知描述天主接近祂的子民,有如父親和母親。天主說:“是我用仁慈的繩索,愛情的帶子牽著他們,我對他們有如高舉嬰兒到自己面頰的慈親,俯身餵養他們”(歐十一4)。

教宗解釋道:“這是一幅極富情感的圖像:天主抱起我們每一個人,把我們舉到祂的面頰前。祂的溫柔和愛是多麽大啊!耶穌不僅將人類背在自己肩膀上,還把自己的面頰緊緊地貼在亞當的面頰上,好似兩個面容已融為一個。”

我們的天主不是一個“不能同情我們弱點”的天主(參閲:希四15)。相反地,天主正是因著祂的仁慈而成了我們當中的一員。“天主聖子藉著降生成人,在某種程度上同每個人結合在一起。祂曾以人的雙手工作,以人的理智思想,以人的意志行事,並以人的心腸愛天主愛人。祂生於童貞瑪利亞,實在是我們中的一員。祂在一切事上,除了罪以外,與我們相似”(《論教會在現代世界牧職憲章》,22號)。

教宗表示:“藉著耶穌,我們不僅能親手觸摸天父的慈悲,也受到激勵使自己成為天主慈悲的工具。談論慈悲可能不難,但成為慈悲的具體見證人則需要付出努力。這是我們一生中應走的路,不該有半點停歇。耶穌教導我們該當‘慈悲如同天父’(參閲:路六36)。”

教宗最後總結說:“慈悲絕不會讓我們安於現狀。基督的愛促使我們‘焦慮不安’,以致不達目的不罷休;基督的愛催迫著我們去緊緊地擁抱那些需要慈悲的人,使眾人與天父重歸於好(參閲:格後五14-20)。我們不要畏懼,因為愛在催迫著我們走出自己,在兄弟姐妹的面容上認出基督的面容。讓我們在這愛的柔和引領下,如同天父慈悲為懷。”


梵蒂岡廣播電台,二零一六年四月三日取自:http://zht.radiovaticana.va/news/2016/04/02/%E6%95%99%E5%AE%97%E4%B8%BB%E6%8C%81%E6%85%88%E6%82%B2%E4%B8%BB%E6%97%A5%E5%89%8D%E5%A4%95%E5%AE%88%E5%A4%9C%E7%A5%88%E7%A6%B1%EF%BC%9A%E5%9F%BA%E7%9D%A3%E7%9A%84%E6%84%9B%E5%82%AC%E8%BF%AB%E6%88%91%E5%80%91%E6%85%88%E6%82%B2%E5%A6%82%E5%90%8C%E5%A4%A9%E7%88%B6/1219907

Monday, 28 March 2016

Happy Easter 2016 復活節快樂

The following is the Easter message from the Prior Provincial. 以下乃敝省會長本年之復活節訊息

When we have great news to tell, or we ask for emergency help, we use the least possible number of words, at times just monosyllables; it is not a time for explanations!

When Mary Magdalene came to know the amazing news that her Master was alive, she ran and only cried out: “He is Risen!”

As I convey to you my annual Easter greetings and share with you the joy of the Risen Lord, just two words come to my mind: “Happy Easter!”

No need of explanations. We, believers, know the meaning of these words and the reasons behind them.

If we greet each other on these days with “Happy Easter!” it is simply because we consider the Resurrection of the Lord a happy event that fills us with joy, and we want everyone to be filled with the same joy.

This is the day that the Lord has made. Let us rejoice and be glad.

The Lord is Risen! Alleluia!

HAPPY EASTER!!

當我們有任何好消息要通知大家,或者當我們很緊急的要求幫忙之時,我們會盡量用最少的字,有時可能只用一些單音節的字而已,因為這不是一個要解釋的時候。

當瑪利亞瑪大肋納知道她的主復活的好消息後,她跑去告訴其他人並只能大喊說:祂復活了!

當本人向諸位傳達本年復活節的問候及向您們分享復活的主的喜樂之際,我想到的就只是:復活節快樂!

無需多作解釋,作為信徒的我們都知道這些字的意義和它們背後的原因。

如果我們在這幾天以「復活節快樂」來互相問好的話,純粹是因為我們以為主的復活是一件令我們充滿喜樂的事件,而且我們想每個人都被相同的喜樂所充滿。

這是上主安排的一天,我們要歡欣鼓舞

主復活了,亞肋路亞!

復活節快樂!!

Wednesday, 23 March 2016

Saint Augustine, The perfection of love / 圓滿的愛 / Plenitudo dilectionis

English
Espanol
中文
Latin

From a treatise on John by Saint Augustine, bishop

The perfection of love

Dear brethren, the Lord has marked out for us the fullness of love that we ought to have for each other. He tells us: No one has greater love than the man who lays down his life for his friends. In these words, the Lord tells us what the perfect love we should have for one another involves. John, the evangelist who recorded them, draws the conclusion in one of his letters: As Christ laid down his life for us, so we too ought to lay down our lives for our brothers. We should indeed love one another as he loved us, he who laid down his life for us.

This is surely what we read in the Proverbs of Solomon: If you sit down to eat at the table of a ruler, observe carefully what is set before you; then stretch out your hand, knowing that you must provide the same kind of meal yourself. What is this ruler’s table if not the one at which we receive the body and blood of him who laid down his life for us? What does it mean to sit at this table if not to approach it with humility? What does it mean to observe carefully what is set before you if not to meditate devoutly on so great a gift? What does it mean to stretch out one’s hand, knowing that one must provide the same kind of meal oneself, if not what I have just said: as Christ laid down his life for us, so we in our turn ought to lay down our lives for our brothers? This is what the apostle Paul said: Christ suffered for us, leaving us an example, that we might follow in his footsteps.

This is what is meant by providing “the same kind of meal.” This is what the blessed martyrs did with such burning love. If we are to give true meaning to our celebration of their memorials, to our approaching the Lord’s table in the very banquet at which they were fed, we must, like them, provide “the same kind of meal.”

At this table of the Lord we do not commemorate the martyrs in the same way as we commemorate others who rest in peace. We do not pray for the martyrs as we pray for those others, rather, they pray for us, that we may follow in his footsteps. They practised the perfect love of which the Lord said there could be none greater. They provided “the same kind of meal” as they had themselves received at the Lord’s table.

This must not be understood as saying that we can be the Lord’s equals by bearing witness to him to the extent of shedding our blood. He had the power of laying down his life; we by contrast cannot choose the length of our lives, and we die even if it is against our will. He, by dying, destroyed death in himself; we are freed from death only in his death. His body did not see corruption; our body will see corruption and only then be clothed through him in incorruption at the end of the world. He needed no help from us in saving us; without him we can do nothing. He gave himself to us as the vine to the branches; apart from him we cannot have life.

Finally, even if brothers die for brothers, yet no martyr by shedding his blood brings forgiveness for the sins of his brothers, as Christ brought forgiveness to us. In this he gave us, not an example to imitate but a reason for rejoicing. Inasmuch, then, as they shed their blood for their brothers, the martyrs provided “the same kind of meal” as they had received at the Lord’s table. Let us then love one another as Christ also loved us and gave himself up for us.

Retrieved from http://universalis.com/L/0/readings.htm [accessed on 23 March, 2016]
Go to Top


De los Tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de san Juan
(Tratado 84, 1-2: CCL 36, 536-538)

La PLENITUD DEL AMOR

El Señor, hermanos muy amados, quiso dejar bien claro en qué consiste aquella plenitud del amor con que debemos amarnos mutuamente, cuando dijo: Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Consecuencia de ello es lo que nos dice el mismo evangelista Juan en su carta: Cristo dio su vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos, amándonos mutuamente como él nos amó, que dio su vida por nosotros.

Es la misma idea que encontramos en el libro de los Proverbios: Si te sientas a comer en la mesa de un señor, mira con atención lo que te ponen delante, y pon la mano en ello pensando que luego tendrás que preparar tú algo semejante. Esta mesa de tal señor no es otra que aquella de la cual tomamos el cuerpo y la sangre de aquel que dio su vida por nosotros. Sentarse a ella significa acercarse a la misma con humildad. Mirar con atención lo que nos ponen delante equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. Y poner la mano en ello, pensando que luego tendremos que preparar algo semejante, significa lo que ya he dicho antes: que así como Cristo dio su vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Como dice el apóstol Pedro: Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Esto significa preparar algo semejante. Esto es lo que hicieron los mártires, llevados por un amor ardiente; si no queremos celebrar en vano su recuerdo, y si nos acercamos a la mesa del Señor para participar del banquete en que ellos se saciaron, es necesario que, tal como ellos hicieron, preparemos luego nosotros algo semejante.

Por esto, al reunirnos junto a la mesa del Señor, no los recordamos del mismo modo que a los demás que descansan en paz, para rogar por ellos, sino más bien para que ellos rueguen por nosotros, a fin de que sigamos su ejemplo, ya que ellos pusieron en práctica aquel amor del que dice el Señor que no hay otro más grande. Ellos mostraron a sus hermanos la manera como hay que preparar algo semejante a lo que también ellos habían tomado de la mesa del Señor.

Lo que hemos dicho no hay que entenderlo como si nosotros pudiéramos igualarnos al Señor, aun en el caso de que lleguemos por él hasta el testimonio de nuestra sangre. Él era libre para dar su vida y libre para volverla a tomar, nosotros no vivimos todo el tiempo que queremos y morimos aunque no queramos; él, en el momento de morir, mató en sí mismo a la muerte, nosotros somos librados de la muerte por su muerte; su carne no experimentó la corrupción, la nuestra ha de pasar por la corrupción, hasta que al final de este mundo seamos revestidos por él de la incorruptibilidad; él no necesitó de nosotros para salvarnos, nosotros sin él nada podemos hacer; él, a nosotros, sus sarmientos, se nos dio como vid, nosotros, separados de él, no podemos tener vida.

Finalmente, aunque los hermanos mueran por sus hermanos, ningún mártir derrama su sangre para el perdón de los pecados de sus hermanos, como hizo él por nosotros, ya que en esto no nos dio un ejemplo que imitar, sino un motivo para congratularnos. Los mártires, al derramar su sangre por sus hermanos, no hicieron sino mostrar lo que habían tomado de la mesa del Señor. Amémonos, pues, los unos a los otros, como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros.

Retrieved from http://www.liturgiadelashoras.com.ar/index.htm [accessed on 23 March, 2016]
Go to Top


聖奧思定主教《若望福音釋義》


(圓滿的愛)

親愛的弟兄們,我們該彼此相愛的愛如何才算圓滿呢?主基督曾說:「人若為自己的朋友捨棄生命,再沒有比這愛情更大的。」因此,同一若望聖史的書信裡說:「正如基督為我們捨棄了自己的生命;同樣,我們也應該為弟兄們捨棄生命。」就是說我們該彼此相愛,如同那為愛我們而捨生的基督一樣。

同樣,撒羅滿的箴言也記載:「當你與首長坐席時,你應小心觀察,在你面前擺著的是什麼,然後你也要準備行動,要知道你應準備同樣的菜肴。」這「首長的筵席」指的是什麼呢?不是指那用為我們捨生的基督的聖體聖血作飲食的筵席嗎?所謂「坐席」,不是指人謙卑地來領主的體血嗎?所謂「你應小心觀察,在你面前擺著的是什麼」,不是指你應相稱地想想這偌大的恩賜嗎?所謂「你要知道,你應準備同樣的菜肴」,這不是指我所說過的「正如基督為我們而捨生,我們也應為弟兄們捨生」嗎?一如伯多祿使徒所說的:「基督為我們受了苦,給我們留了榜樣,使我們追隨他的足跡。」這就是準備同樣的菜肴。這就是殉道烈士以熾熱的愛火所做的。如果我們不是空空地紀念他們的節日,如果我們來到主的祭台前,參與殉道者昔日所參與的同樣的宴席,那末,我們也該像他們一樣、準備同樣的菜肴。

但我們在這聖筵上追念殉道烈士,不像追念其他的亡者,為他們的安息而祈禱;而是求他們為我們轉禱,使我們追隨他們的芳蹤。因為他們達到了主所說的那一種至大無比的愛。他們為弟兄們所表現的,就是他們從主的聖筵中所得到的。

但我們不能因此而說,如果殉道者為基督而流血,就能與基督相比。因為基督有權捨棄自己的生命,也有權取回。但我們不能願意生活多久、就生活多久,即使我們不願意死,我們也得死。基督一死、便立刻消滅了死亡;我們是在他的死亡中、得從死亡中解脫。基督的肉軀沒有見到腐朽;而我們的肉軀腐朽後,在世末時,才因基督而穿上不朽。基督為拯救我們,並不需要我們;我們沒有他,卻什麼也不能做。基督把自己給予我們,有如樹幹將生命給予樹枝;我們沒有基督,也就沒有生命。

最後,弟兄們雖為弟兄們死去,但沒有一位殉道者是為赦免弟兄們的罪過而流血的,基督就為我們這樣做了。這一點,基督沒有讓我們效法他,他只要我們感謝他。因此,殉道者為弟兄們流血致命時,為弟兄們所準備的,正是他們從主的聖筵中所獲得的。所以我們該彼此相愛,一如基督愛了我們,並為我們捨棄了生命。

Retrieved from http://catholic-dlc.org.hk/frame3a.htm [accessed on 23 March, 2016]
Go to Top


Ex Tractátu sancti Augustíni epíscopi in Ioánnem (Tract. 84, 1-2. CCL 36, 536-538)

Plenitudo dilectionis


Plenitúdinem dilectiónis qua nos ínvicem dilígere debémus, fratres caríssimi, definívit Dóminus dicens: Maiórem hac dilectiónem nemo habet, ut ánimam suam ponat quis pro amícis suis. Fit ex hoc cónsequens, quod idem iste evangelísta Ioánnes in epístola sua dicit: Ut quemádmodum Christus pro nobis ánimam suam pósuit, sic et nos debeámus pro frátribus ánimas pónere; diligéntes útique ínvicem sicut ipse diléxit nos, qui pro nobis ánimam suam pósuit.

Nimírum hoc est quod légitur in Provérbiis Salomónis: Si séderis cenáre ad mensam poténtis, consíderans intéllege quæ apponúntur tibi; et sic mitte manum tuam, sciens quia tália te opórtet præparáre. Nam quæ mensa est poténtis, nisi unde súmitur corpus et sanguis eius qui ánimam suam pósuit pro nobis? Et quid est ad eam sedére, nisi humíliter accédere? Et quid est consideráre et intellégere quæ apponúntur tibi, nisi digne tantam grátiam cogitáre? Et quid est sic míttere manum, ut scias quia tália te opórtet præparáre, nisi quod iam dixi, quia sicut pro nobis Christus ánimam suam pósuit, sic et nos debémus ánimas pro frátribus pónere? Sicut enim ait apóstolus Petrus: Christus pro nobis passus est, relínquens nobis exémplum, ut sequámur vestígia eius. Hoc est tália præparáre. Hoc beáti mártyres ardénti dilectióne fecérunt; quorum si non inániter memórias celebrámus, atque in convívio quo et ipsi saturáti sunt, ad mensam Dómini accédimus, opórtet, ut quemádmodum ipsi, et nos tália præparémus.

Ideo quippe ad ipsam mensam non sic eos commemorámus, quemádmodum álios qui in pace requiéscunt, ut étiam pro eis orémus, sed magis ut ipsi pro nobis, ut eórum vestígiis adhæreámus; quia implevérunt ipsi caritátem qua Dóminus dixit non posse esse maiórem. Tália enim suis frátribus exhibuérunt, quália de Dómini mensa páriter accepérunt.

Neque hoc ita dictum sit, quasi proptérea Dómino Christo pares esse possímus, si pro illo usque ad sánguinem martýrium duxérimus. Ille potestátem hábuit ponéndi ánimam suam, et íterum suméndi eam; nos autem nec quantum vólumus vívimus, et mórimur etiámsi nólumus; ille móriens mox in se occídit mortem, nos in eius morte liberámur a morte; illíus caro non vidit corruptiónem, nostra post corruptiónem, in fine sǽculi per illum induétur incorruptiónem; ille nobis non indíguit ut nos salvos fáceret, nos sine illo nihil póssumus fácere; ille se nobis palmítibus prǽbuit vitem, nos habére præter illum non póssumus vitam.

Postrémo etsi fratres pro frátribus moriántur, tamen in fraternórum peccatórum remissiónem nullíus sanguis mártyris fúnditur, quod fecit ille pro nobis; neque in hoc quid imitarémur, sed quid gratularémur cóntulit nobis. Quátenus ergo mártyres pro frátribus sánguinem suum fudérunt, háctenus tália exhibuérunt, quália de mensa domínica percepérunt. Diligámus ergo ínvicem, sicut et Christus diléxit nos, et trádidit semetípsum pro nobis.

Retrieved from http://universalis.com/L/0/readings.htm [accessed on 23 March, 2016]
Go to Top